¡Menuda pregunta la de nuestro título! Cualquiera caería en la tentación de consultar cuáles serán los empleos más afectados por la IA y los que más se beneficiarían de esta tecnología directamente a ChatGPT, que todo lo sabe… ¿O no? En cambio, en esMarketing nos decidimos por lo que mejor hacemos para redactar nuestros contenidos: ¡investigar! Como siempre, el esfuerzo dio resultados: nos conseguimos con sendos estudios cuyos hallazgos intentaremos resumir.
En primer lugar, está una investigación del Foro Económico Mundial (FEM) en colaboración con Accenture, reconocida multinacional de consultoría estratégica (2023). En ella, detallan cómo los grandes modelos de lenguaje y otras herramientas de Inteligencia Artificial están impactando en diferentes ámbitos profesionales. Al punto de amenazar con hacer obsoletas ciertas ocupaciones mientras que benefician a otras.
Por su parte, un estudio de Forrester, investigadora de mercado global estadounidense, desmitifica los posibles efectos negativos de la IA en profesiones vinculadas al marketing.
¿Nos acompañas a despejar la incógnita?
De acuerdo con el estudio de FEM/Accenture, entre los sectores más vulnerables a la transformación impulsada por la IA, destacan la tecnología de la información (TI) y las finanzas. Específicamente, en TI estima que aproximadamente el 73% de las tareas pueden ser automatizadas en alto grado. Solo un pequeño margen quedará para funciones que no se verán afectadas en el corto plazo. Dicho impacto es particularmente relevante en roles como el desarrollo de software y el soporte al cliente, donde los grandes modelos de lenguaje pueden asumir una parte significativa de las labores de comunicación y resolución de problemas.
En efecto, herramientas de IA como los chatbots avanzados y los sistemas de soporte automatizados permiten resolver incidencias sin intervención humana. Sin embargo, esta transformación también ofrece la oportunidad de que los profesionales de TI se enfoquen en tareas de mayor valor estratégico como el diseño de soluciones complejas, la innovación en productos digitales y la planificación de proyectos.
Por cierto, en el sector financiero, los resultados no son muy diferentes. Allí, el 70% de las tareas podrían estar altamente impactadas. En concreto, los oficios en áreas como la contabilidad, auditoría y gestión de registros financieros están entre los empleos más afectados por la IA. La automatización en estas funciones permite procesar datos de forma más precisa y rápida, reduciendo la posibilidad de errores humanos. Esto es indispensable para actividades como la elaboración de balances, la verificación de documentos y el análisis financiero, procesos en los que las plataformas de IA pueden mejorar la exactitud de los resultados. Aun así, como en el caso de TI, la tecnología que nos ocupa no reemplazará por completo la intervención humana. Precisamente, porque los profesionales financieros podrán enfocarse en labores de análisis estratégico, asesoría personalizada y toma de decisiones complejas.
Ciertamente, otros sectores que experimentarán grandes cambios debido a la IA son ventas, recursos humanos (RRHH) y operaciones. En ventas, se calcula que aproximadamente el 67% de las tareas podría ser automatizado. Esto significa que actividades desde el manejo de clientes hasta la gestión de bases de datos y la creación de pronósticos se integrarán a la lista de empleos más afectados por la IA. En este sentido, los sistemas de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos sobre patrones de compra, preferencias de los consumidores y tendencias del mercado. En compensación, tales funcionalidades permiten a los equipos de ventas concentrarse en estrategias más precisas y personalizadas. Esto cambia la dinámica de interacción con los clientes, ya que los comerciales se apoyarán en estos sistemas para ofrecer un enfoque más segmentado y orientado a las necesidades específicas de cada cliente.
En particular, el sector de RRHH tiene un 57% de probabilidad de automatización en tareas como la gestión de nóminas, la revisión de candidatos y la monitorización del desempeño. Herramientas de IA como los algoritmos de selección automatizada facilitan la preselección de postulantes, analizando en minutos cientos de currículums. ¡Y lo hacen con criterios específicos que corresponden a las vacantes disponibles! Además, los sistemas de IA pueden encargarse de la verificación de antecedentes y la recopilación de datos de desempeño. Pero el juicio humano seguirá siendo esencial en áreas como el desarrollo de talento, la gestión de conflictos y el fortalecimiento de la cultura organizacional.
En el ámbito de operaciones, un 65% de las tareas es susceptible de ser automatizado, abarcando actividades como la gestión de inventarios, la logística y el seguimiento de pedidos. Es decir, los oficios ligados a estas áreas se suman a los empleos más afectados por la IA.
Ahora, veamos la otra cara de la moneda. La Inteligencia Artificial también abre un universo de nuevas oportunidades laborales en áreas que requieren habilidades avanzadas en creatividad, análisis y diseño de algoritmos. Estos roles prosperan junto a la tecnología de la que hablamos, estableciendo un camino claro hacia una colaboración activa entre humanos e IA:
Estos especialistas están dedicados a desarrollar métodos avanzados para aplicar IA en la resolución de problemas empresariales y en innovaciones tecnológicas. En paralelo, los investigadores de IA exploran los límites de lo que la inteligencia artificial puede hacer y crean nuevas aplicaciones en campos tan diversos como la atención médica, la seguridad y la sostenibilidad.
En un entorno empresarial donde los datos son un recurso invaluable, los científicos de datos juegan un papel fundamental. Precisamente, estos profesionales manejan grandes volúmenes de datos, transformándolos en conocimientos que apoyan la toma de decisiones estratégicas. Para sobresalir en este campo, se requiere de una sólida comprensión de lenguajes de programación, estadísticas, y algoritmos que permiten desarrollar modelos de IA.
Sin duda, los ingenieros de aprendizaje automático (Machine Learning) y de aprendizaje profundo (Deep Learning) son piezas clave en la creación de algoritmos que permiten a las máquinas aprender y adaptarse. Los primeros diseñan sistemas que extraen patrones de datos y optimizan decisiones sin intervención humana. Dichas capacidades son esenciales en aplicaciones como el reconocimiento de voz, la predicción de comportamientos de compra y la detección de fraudes.
Por otra parte, los ingenieros de aprendizaje profundo trabajan en el desarrollo de redes neuronales complejas que permiten el reconocimiento avanzado de patrones y la clasificación de grandes volúmenes de información. Estos expertos son altamente demandados en sectores como la conducción autónoma, la detección médica y la analítica predictiva.
Otros que ni se preocupan por los empleos más afectados por la IA son los científicos de robótica. Ellos combinan la inteligencia artificial con la ingeniería para crear robots capaces de llevar a cabo tareas complejas y de adaptación en entornos dinámicos. En otras palabras, diseñan máquinas que pueden realizar actividades que van más allá de la capacidad humana en precisión y resistencia. Esto permite la implementación de robots en la industria automotriz, la fabricación avanzada, la exploración espacial y la salud.
No es casualidad que la aplicación de la IA se mantenga entre las tendencias de marketing para 2025. Por lo tanto, esta tecnología seguirá influyendo en el empleo dentro de dicho sector. El informe de Forrester, titulado Agency AI-Powered Workforce Forecast, 2030, revela que se espera que las agencias publicitarias en Estados Unidos reduzcan su personal un 7,5% debido a la automatización para 2030. Aquellos roles centrados en tareas rutinarias, como los administrativos, son los más vulnerables a la automatización. Por el contrario, los trabajos que requieren de originalidad y pensamiento estratégico serán los menos afectados.
Aunque la IA puede agilizar el trabajo, no necesariamente reemplazará las habilidades creativas, según el informe de Forrester. En cambio, potencia la creatividad, permitiendo que los profesionales enfoquen su tiempo en idear campañas innovadoras y en el desarrollo de estrategias. Así, la “creatividad inteligente” se convierte en una tendencia, donde los creadores de contenido emplean la IA para automatizar tareas menores y optimizar su tiempo para desarrollar ideas originales.
Para finalizar, Forrester concluye que la originalidad es una de las características que más reduce el riesgo de automatización. La creatividad inteligente en el marketing, que combina la tecnología con la resolución de problemas de forma creativa, permitirá que las agencias sean más ágiles, desarrollen campañas con mayor rapidez y obtengan un impacto significativo en el público.
A decir verdad, el criterio de creatividad inteligente es el que aplicamos en esMarketing. Este es el que nos permite apoyar a tantas pymes en sus estrategias de marketing digital. Sobre todo, en las de marketing de contenidos, en la que priorizamos la investigación y la originalidad. Esta relación de empleos más afectados por la IA es una prueba de ello.
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