En los últimos años, el employer branding ha pasado a ser una de las prioridades más relevantes para los departamentos de Recursos Humanos de muchas empresas. Las organizaciones con mayor prestigio ya no solo compiten por cuotas de mercado, sino también por captar, contratar y retener a los mejores talentos. Por ello no es extraño que la rivalidad en este ámbito sea tan intensa como la de posicionar marcas y productos entre los consumidores.
Por lo tanto, establecer este conjunto de acciones de la que tanto los directivos como los mismos empleados se sientan orgullosos debe ser uno de los principales objetivos de cualquier empresa, sea esta grande o pequeña. Precisamente porque esa marca de empleador la distinguirá entre sus competidores.
En 1990, Simon Barrow, presidente de People in Business introdujo el término «employer branding» en un intento por probar la aplicabilidad de técnicas de marketing y de gestión de la imagen de marca a la gestión de Recursos Humanos. De hecho, la marca de empleador está probando ser una disciplina no menos compleja que el marketing.
Un concepto formal de employer branding lo sitúa como el proceso en el que se define y promociona la propuesta de valor de los empleados de una organización hacia candidatos potenciales previamente definidos durante todo el recorrido de estos aspirantes, empleando para ello diversos canales y puntos de contacto.
Otros especialistas prefieren denominar como employer branding la manera en la que una organización es percibida por los demás, incluyendo a sus colaboradores actuales. En gran parte, esto dependerá del modo en que la empresa comercializa sus productos y servicios. Sin embargo, es indispensable reforzarla a lo interno para garantizar su eficacia.
Ahora bien, ¿por qué esta reputación de las organizaciones como empleadoras está adquiriendo tanta relevancia como la capacidad de atraer clientes y aumentar los ingresos? He aquí algunas razones por las que el employer branding debe formar parte de la gestión de RR.HH., del marketing y de la imagen de marca.
En efecto, las organizaciones con una excelente reputación como empleadores tienen muchas más posibilidades de atraer y contratar al talento más capacitado. Antes de postularse a una oferta de empleo determinada, los aspirantes investigan a fondo las condiciones y el ambiente laboral que ofrece la empresa.
Según TalentNow, el 84% de candidatos a cargos califican como muy importante la reputación de una compañía como empleadora. Y de acuerdo a LinkedIn, el 80% de los directores de RR.HH. creen que el employer branding influye de manera considerable en la capacidad para contratar a los profesionales más idóneos.
Por otro lado, una marca de empleador positiva y sólida hace que los colaboradores actuales sientan orgullo de trabajar en la organización. Formar parte de una empresa con una cultura de trabajo transparente, incluyente, flexible, productiva y con oportunidades de crecimiento profesional es relevante para los solicitantes de empleo en la actualidad. Gran cantidad de candidatos a cargos investigan los perfiles de las compañías en redes sociales antes de presentar su candidatura. Una buena medida es emplear los perfiles sociales de tu empresa para proyectar una cultura centrada en los empleados.
Una de las ventajas de contar con una buena marca de empleador es tener siempre una reserva de talento muy amplia. Esto es un alivio para los encargados de contratación y para la cuenta de resultados de la empresa. Al contar con una gran cantidad de postulantes a diversos cargos es posible examinar a los candidatos con antelación, aun sin tener necesidad de cubrir una vacante. En consecuencia, cuando surja una plaza disponible, tendrás los currículums de muchos candidatos cualificados para empezar a entrevistarlos. De este modo, no tendrás que empezar el proceso desde la captación de nuevos candidatos mediante la publicación de convocatorias en los portales de empleo, lo que significa un ahorro en costes.
Más aún, las empresas con un buen prestigio como empleadoras, normalmente tienen un ambiente de trabajo motivador. De allí, que sus empleados actuales la recomienden a otros para que ocupen las vacantes que surjan. Diversas encuestas encontraron que las recomendaciones de empleados generan un interesante retorno de inversión (ROI).
Asimismo, la capacidad de retener al talento más capacitado también es consecuencia de un employer branding consistente. Las organizaciones con condiciones y ambientes laborales atractivos para sus colaboradores tienen las tasas más bajas de rotación de personal. Otro estudio de LinkedIn revela que las empresas que no invierten en su marca de empleador llegan a perder en promedio hasta 5.000 dólares por empleado.
Sin duda, los empleados motivados atienden mejor a los clientes de la empresa. Por tanto, aspectos como la satisfacción del cliente, su credibilidad y fidelidad a la marca irán al alza. Por el contrario, si tu compañía no es capaz de atraer a trabajadores de calidad, no puedes esperar otra cosa que una experiencia de cliente inferior.
Diversos estudio confirman que la mayoría de los consumidores compran productos y recomiendan empresas en las que confían. La actitud de los empleados influye de manera determinante en la credibilidad ante los clientes. Recuerda que los colaboradores son un activo valioso de tu organización.
Más de la mitad de quienes solicitan empleo confían en las opiniones de los empleados activos de las organizaciones. Si eres seguidor de empresas prestigiosas en LinkedIn, encontrarás en sus perfiles numerosos testimonios de empleados promovidos a un cargo superior. Ellos mismos comparten este tipo de experiencias en sus perfiles particulares de redes sociales. Ciertamente, esto apoya las estrategias de contratación de tu empresa.
Conscientes de ello o no, con estas acciones, tus colaboradores se convierten en defensores de tu marca. Incluso, no solo compartirán las experiencias laborales, sino también noticias de la empresa, actividades y premios. Con cada clic, post o publicación en Twitter u otra red de estos empleados, el poder de tu employer branding aumentará y atraerá a más candidatos potenciales.
A continuación, enumeraremos algunos pasos necesarios para crear y gestionar una estrategia de employer branding efectiva para tu empresa.
Además, tus colaboradores actuales pueden ayudarte a definir la PVE respondiendo estas tres preguntas:
Esta misma encuesta te permitirá conocer el estado de ánimo de tu plantilla.
3. Define a los perfiles de los candidatos. De la misma manera que los responsables de marketing describen a los buyer personas, los profesionales de Recursos Humanos deben crear el perfil de los aspirantes a sus cargos para dirigirse a las personas idóneas. Igualmente, esto ayuda a crear contenidos de employer branding personalizados y compartir los mismos mediante los canales apropiados.
4. Diseña mapas de recorrido del candidato y define los puntos de contacto. En este sentido, es necesario ir más allá de la publicación de ofertas de trabajo y contenidos relacionados en canales web y redes sociales. La entrevista de trabajo es un punto crucial que puede decidir la aceptación del candidato, dependiendo de la experiencia del empleado proporcionada en la misma.
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