¿Sabías que implementando dropshipping puedes vender productos sin stock? Al manejar esta opción es factible obtener buenas ganancias con un pequeño emprendimiento, desde cualquier parte del mundo y con una mínima inversión. Sin embargo, hay algunas desventajas que debes conocer a la hora de aplicar este modalidad de venta. Aun así, analizando y controlando estas eventualidades puedes hacer que tu negocio crezca y sea rentable. Para ello, debes conocer el método y la manera de gestionar correctamente la mercancía bajo dicho sistema.
Básicamente el dropshipping es un método que permite vender y enviar pedidos por parte de un minorista online, sin necesidad de contar con productos en stock. Para ello, el retailer debe llegar a un acuerdo con el dropshipper o proveedor mayorista. Generalmente, es éste quien gestiona los productos en stock y aceptará encargarse del envío de los pedidos a los clientes.
Empecemos con los beneficios que nos puede ofrecer un negocio de ecommerce basado en dropshipping:
Como dijimos, una de las mayores ventajas del dropshipping, es la facilidad con que puedes crear tu portal de ecommerce. En primer lugar, porque no necesitas invertir grandes cantidades de dinero al inicio para proveerte de inventario. Es decir, no tendrás que comprar un producto, a menos que ya lo hayas vendido y recibido el pago del cliente. De esta manera, tienes la posibilidad de iniciar un negocio con gran potencial con muy poco dinero.
Al emplear el dropshipping en nuestro negocio, no tendremos que preocuparnos por:
¿Mencionamos una mínima inversión al aplicar esta opción? ¡Así es! Además de no lidiar con la compra de inventario y la gestión de un depósito, los gastos fijos son realmente bajos. Muchos negocios de éxito que manejan dropshipping, son gestionados desde la casa u oficina del propietario desde un portátil. Por lo que gastan menos de 100 euros mensualmente. A mayor crecimiento, es posible que los costes aumenten, pero seguirán siendo bajos, comparados con los de un ecommerce con stock.
Todo negocio que posea este método, puede gestionarse desde casi cualquier lugar donde haya conexión a Internet. Mientras puedas comunicarte con tus proveedores y clientes, es posible gestionar de forma optimizada tu negocio.
Ya que no hay que adquirir los artículos con anticipación a la hora de venderlos, tienes la posibilidad de ofrecer una gran gama de productos a tus clientes. Si tus proveedores tienen los artículos en existencia, puedes incluirlos en el catálogo de tu sitio web.
Al gestionar un ecommerce convencional, puedes recibir hasta tres veces más pedidos de lo usual. Por tanto, tendrás que realizar el triple del trabajo. Al contar con tus proveedores, la mayor parte del trabajo en los pedidos adicionales será realizado por ellos. Lo que nos permitirá expandirnos con menores costos y menos esfuerzo.
Sin embargo, si no sabemos gestionar nuestro negocio bajo el esquema dropshipping, será frecuente toparnos con serios inconvenientes:
Si bien no asumimos los costes del almacenamiento de productos, podríamos terminar pagando por aquellos clientes que queden insatisfechos. Los fabricantes y mayoristas con los que trabajemos serán responsables tanto de administrar como de enviar estos pedidos. Si llegan a cometer alguna equivocación, el cliente se molestará y dejará de usar nuestro servicio. En consecuencia, nuestra imagen de marca se verá afectada y los usuarios migrarán a la competencia. Al establecer la modalidad que nos ocupa, debemos asegurarnos de elegir proveedores responsables y con experiencia.
Con dropshipping, puedes vender nuevos productos al instante o dejar vender los que no tengan tanto éxito en tu negocio. El inconveniente es que no puedes controlar el inventario de tu proveedor. Por ende, si se agotan los productos, te quedarás sin existencias, generando retrasos en las entregas y disgustos a los clientes.
Existe un coste oculto en el uso del dropshipping y consiste en la falta de precios al por mayor. Eventualmente, tendremos que pagar más por cada producto que vendamos en comparación con lo que pagaríamos si compramos una cantidad considerable para nuestro almacén. De modo que nuestras ganancias no serán siempre las esperadas.
En otras palabras, para generar mayores ingresos, debes vender muchos más productos de los que tendrías que vender si los tuvieras en stock.
¿Qué pasaría si nuestro proveedor envía los productos con retraso, deteriorados o entrega artículos incorrectos? Lógicamente, se verían afectados muchos clientes. A diferencia de los minoristas que se encargan de administrar su propio inventario y brindar un trato más personal a los clientes. Por otro lado, tendremos dificultades para ofrecer un servicio posventa que resuelva los problemas que se presenten a los clientes con los productos. En este sentido, debemos asegurarnos de que los proveedores incluyan indicaciones claras de uso o armado de productos. Esto minimizará las posibilidades de reclamaciones.
Si nuestros proveedores tardan en revisar un problema y dar una respuesta apropiada a nuestros clientes, debemos hacernos responsables de ese inconveniente causado. Pues, si no obtenemos una solución rápida, los usuarios se cansarán de esperar. Y no sólo nos descartarán como sitio de compra, sino que también pueden comentar su experiencia negativa con nuestra marca, debilitando aún más nuestra reputación.
Para concluir, es relevante referir algunas indicaciones que te ayudarán a tener éxito en el modelo de este modelo de venta online:
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