Cambiar de web no es una tarea sencilla. La decisión de iniciar este proceso puede obedecer a diferentes premisas. Por ejemplo, quizá el sitio web tenga un rendimiento deficiente, la compañía propietaria quiera cambiar de alojamiento o haya llegado la hora de aplicar un rediseño. En cualquier caso, es fundamental que durante la migración web se tenga en cuenta el tráfico orgánico y el posicionamiento web.
En este artículo analizamos todas las claves que debes conocer si vas a cambiar tu web y no quieres perder SEO. El objetivo de esta guía es ayudarte a migrar una web sin que el tráfico orgánico o el posicionamiento web se vean afectados. Si quieres conocer los mejores consejos para cambiar de web con éxito, quédate con nosotros.
Dejemos las cosas claras: qué implica cambiar de web
Antes de entrar en materia, es necesario que hablemos sobre las implicaciones que tiene cambiar de web o iniciar la migración web. Al usar estas expresiones nos referimos a un proceso integral en el que se alteran aspectos estructurales de un sitio. Entre las acciones a las que apuntamos se encuentran, por ejemplo, el cambio de CMS o del lenguaje de programación, la modificación completa del contenido o la sustitución de todos los enlaces de la página.
De igual manera, puede que en ocasiones la migración web incluya medidas más drásticas, como un cambio de dominio o de alojamiento. En cualquier caso, en los siguientes párrafos abordaremos esta cuestión asociando la acción de cambiar de web con una renovación completa y profunda.
A la hora de migrar una web, todo lo que hemos mencionado tendrá implicaciones importantes en el SEO, siempre que no exista una buena planificación. ¿Qué aspectos deberás priorizar si se desea preservar el tráfico orgánico y el posicionamiento web?
Cambiar de web: los aspectos básicos a tener en cuenta
Teniendo claro a qué nos referimos cuando hablamos de cambiar de web, es momento de repasar las principales acciones que debes emprender durante el proceso para que este proceso no afecte al SEO y al posicionamiento web.
Comprueba cuál es la situación actual de la web
Antes de ponerte manos a la obra, es importante que obtengas una radiografía del estado actual de web en materia de SEO. De esta manera, podrás ponerte a trabajar con los objetivos correctos en mente. Algunas de las herramientas que te pueden ayudar a de comenzar con la migración web son Google Analytics, SemRush o Search Console de Google.
Aplica un análisis a todas las direcciones de tu sitio
Ha llegado el momento de analizar la estructura de tu portal. Una forma de hacerlo es con el sitemap y el archivo robots.txt. Gracias a estos dos sencillos archivos podrás conocer cómo se ha estructurado tu página web y qué URL están indexando los buscadores. De esta manera, podrás determinar qué zonas del sitio vas a descartar, qué contenido nuevo vas a crear y qué redirecciones deberás aplicar.
Durante este análisis te recomendamos que aproveches para hacer una copia de seguridad de tu página web. Nunca se sabe si en algún momento te puede hacer falta.
Es el momento de las redirecciones
Como cambiar de web es un proceso que afecta a la propia estructura de los enlaces, será de mucha ayuda conocer de primera mano los recursos necesarios. Uno imprescindible son las redirecciones. Después de analizar el mapa del sitio, ya habrás decidido cuál es la nueva estructura que va a tener tu sitio web. Con esta planificación ejecutada, ha llegado la hora de decidir dónde será necesario redireccionar para evitar errores 404.
Lo ideal en cualquier migración web es que se traslade todo el contenido posible o, como mínimo, aquel que aporta tráfico orgánico. Sin embargo, dependiendo de los objetivos marcados y del tipo de migración web, esto no siempre es posible. Es en ese punto donde las redirecciones 301 juegan un papel decisivo. Con ella se le indica a Google y al resto de buscadores que lo que tratan de localizar ha cambiado de sitio.
¿Por qué son tan importantes las redirecciones 301? Expresándolo en términos coloquiales, es una forma amable de acompañar al algoritmo hasta el documento que quiere encontrar. Por decirlo así, es una muestra de consideración hacia el buscador y el usuario, pues ninguno de los dos se topa con un error 404. La consecuencia de aplicar las redirecciones 301 de la manera adecuada es que el buscador, en términos generales, trasladará la autoridad SEO del enlace previo al nuevo. Y esto es crucial si tienes pensado cambiar de dominio.
Revisión de palabras clave y creación de la web
Cuando hayas iniciado la creación de la nueva web y te encuentres trasladando contenido y creando nuevo, es recomendable tener muy presentes los aspectos básicos del SEO. Un repaso concienzudo de las palabras clave, los títulos y las descripciones de cada página te permitirá determinar si la implementación en la nueva página es la correcta.
Usa un entorno de pruebas y lanza la web solo cuando esté lista
El cambio de web solo debería llegar cuando todo está preparado. Por eso, lo mejor será que utilices un entorno de pruebas y una URL temporal para crear tu nueva página. Nunca los cambios deberían aplicarse en tiempo real. Es aconsejable dejar activo el sitio anterior y, una vez esté todo listo, aplicar el cambio de web.
Por último, evita las prisas. Si te apresuras a publicar una web a medias, es probable que el posicionamiento web se vea afectado gravemente y el tráfico orgánico disminuya. Una página publicada antes de tiempo se puede llevar por delante toda la planificación que hayas llevado a cabo, haciéndote perder tiempo, recursos y, sobre todo, SEO.
Cambiar de web sin perder SEO: una cuestión de planificación
Tal y como hemos visto, cambiar de web sin perder SEO es posible. Con todo, requiere mucha planificación y buenas prácticas, como las redirecciones adecuadas en cada caso o la optimización del nuevo contenido. Pero, si sigues los consejos que te hemos dado, lograrás cambiar de web sin perder tráfico orgánico ni posicionamiento web.