La nueva Ley de Startups tiene como objetivo hacer que la transformación digital pueda ser tanto inclusiva, como sostenible. Pero que, a su vez, pueda impulsar un modelo productivo centrado en la investigación, el desarrollo y la innovación. De esta manera, podría brindar productos y servicios diferenciados, con la finalidad de mejorar los procesos sociales, económicos, culturales o medioambientales. Por medio del nuevo marco normativo, se busca facilitar el desarrollo de un ecosistema de empresas emergentes, en torno a ciertos centros urbanos. Los mismos actuarán como polo de atracción de talento, capital y de emprendedores, con el fin de ser uno de los motores que impulse la recuperación y modernización de la economía en el horizonte de 2030.
Este proyecto de Ley ya está en manos del Congreso de los Diputados y, posiblemente, entrará en vigor después del verano de 2022.
Pero, ¿qué se define como startup? La normativa describe a una startup como una compañía de nueva creación o aquellas que tengan menos de cinco años. En el caso de las compañías asociadas a los sectores industriales, energéticos, biotecnológicos o cualquier otro sector que haya diseñado tecnología de forma íntegra en España, deben ser de al menos 7 años.
Novedades presentes en la Ley de Startups
En resumen, podemos decir que la Ley de Startups se traduce en menos impuestos y burocracia. Actualmente, las actividades de las mismas, están atadas a leyes de naturaleza tributaria o mercantil. Tales condiciones no toman en consideración las particularidades que traen estos nuevos modelos de negocio. Peor aún, imponen varios requisitos que resultan excesivamente costosos para las iniciativas innovadoras. Con la presentación de esta propuesta, se busca tanto regular como flexibilizar las actividades que estos negocios deban realizar con la Administración durante su ciclo de vida. En especial, para sus primeras etapas. Esto tiene sentido debido a la gran cantidad de trámites que exige el desarrollo de una empresa innovadora de reciente creación. Y que, además, como ocurre con otras PYMEs, es penalizada en algunos aspectos como la fiscalidad o el trámite de visados. Ahora, esta regulación se encuentra contemplada dentro de la misma Ley de Startups.
Incentivos fiscales en la Ley de Startups
Sin duda alguna, uno de los propósitos más importantes que persigue esta Ley de Startups es el de evitar la fuga de cerebros. Por igual, pretende atraer tanto el talento, como las inversiones. En función de ello, en esta oportunidad, se implementarán nuevas medidas fiscales y tributarias más atrayentes. Una de ellas es la reducción del impuesto sobre la renta de los no residentes. La cuota pasará de un 25% a un 15%, durante el primer periodo en el que la base imponible sea positiva. Tal rebaja se mantendrá en los tres periodos siguientes, siempre y cuando se mantengan la calificación de dicha empresa emergente.
Adicionalmente, se apoyarán a las stock options como una especie de retribución. Para ellas, el importe de la exención subirá de 12 mil a 50 mil euros anuales, en caso de entrega de startups de acciones. Además de esto, se retrasará la tributación de la misma, justo en el momento en el que se hagan líquidas. Esto también aplicará en caso de una eventual venta de acciones o por su salida a la Bolsa.
Incremento de la deducción máxima y otras medidas
En el aspecto fiscal, la primera inversión de 100 mil euros en una startup estará libre de impuesto, incluso para la persona que emprende. Cabe destacar que esta ley también elevará la deducción máxima por inversiones de empresas, ya sean nuevas o de reciente creación. Con este incremento, pasará de 60 mil a 100 mil euros anuales. Por si fuera poco, dicho incentivo fiscal no solo estará dirigido a los inversionistas, sino que beneficiará igualmente a las personas que realicen un emprendimiento.
Esta deducción será del 30% al 50% y el período de revisión para considerarla una startup se incrementará. Para ser más exactos, tendrá un incremento aproximadamente de 3 a 5 años. O hasta 7, en caso de empresas de los sectores ya antes mencionados.
Reducir la burocracia, otro propósito de la Ley de Startups
Todas las startups también tendrán la posibilidad de solicitar el aplazamiento de la deuda tributaria; bien sea del impuesto de sociedades o del impuesto sobre la renta de los no residentes de 6 y 12 meses respectivamente. También se eliminará la obligación de realizar pagos fraccionados, tanto del impuesto de sociedades, como del impuesto sobre la renta de los no residentes en los dos años siguientes para aquella empresa cuya base imponible sea positiva.
Más aún, la Ley elimina el requisito de tener el Número de Identidad Extranjero para los inversores no residentes. Sólo exige que tanto ellos como sus representantes tramiten sus números de identificación fiscal. Por otro lado, considerando que el fracaso de una startup debe asumirse como un hecho normal, sus promotores tendrán la posibilidad de agilizar los trámites para el cese de actividades vía online.
Otra de las novedades de esta Ley de Startups es el establecimiento de una regulación general y básica acerca de los entornos de prueba regulados. Tal medida tiene fundamento en la experiencia sandbox del sector financiero. El objetivo es promover la creación de entornos controlados, por limitados períodos de tiempo. De esta forma, será más fácil evaluar la utilidad, viabilidad y el impacto de las tecnologías innovadoras en el área productiva.
Nueva fiscalidad para los business angels en la Ley de Startups
Por otro lado, una legislación específica para el área de las startups beneficiará a los business angels y los inversores particulares en general. Entre las diferentes medidas, podemos encontrar que el máximo deducible para las empresas, ya sean nuevas o creadas recientemente, se incrementará de 60 mil a 100 mil euros anuales, sin mencionar que la tasa de deducción subirá del 30% al 50%.
En caso de que el inversor decida vender su participación en la compañía, tendrá acceso a nuevos beneficios en el área fiscal, pues no tendrá el deber de tributar por la ganancia patrimonial que haya generado, en caso de que decida invertir nuevamente en otra startup.
Uno de los requisitos para acceder a dichos cambios es que los fondos no superen los 400 mil euros al comienzo del ejercicio en el que se invierte. Adicionalmente, las empresas nuevas o de reciente creación, tienen que contar con un máximo de tres ejercicios y con participaciones que deben permanecer en el patrimonio dentro de un lapso de tres a 12 años.
La participación que decida adquirir un business angel no excederá el 40% del capital social y tampoco se permitirá que haga su aporte mediante un vehículo tipo societario.
Más facilidades para los emprendedores
Otras de las ventajas con las cuales contarán estos emprendimientos emergentes al aprobarse esta Ley, serán las siguientes:
- Dichas empresas tendrán la posibilidad de constituirse en el país por tan sólo 1 euro y también por medios telemáticos.
- Los aranceles serán gratuitos, respecto a los registradores y notarios en el proceso de constitución de una sociedad limitada.
- No aplicará durante tres años la doble cotización a la Seguridad Social, en caso de pluriactividad, para aquellos emprendedores que laboren en paralelo para otra empresa.
- Se incentivará la atracción de talento, tanto extranjero, como expatriados y nómadas digitales que aterricen, residan o trabajen en España. En este sentido, contarán con un visado especial por un lapso de cinco años. Incluso, podrán acogerse a un régimen tributario especial que les permitirá contribuir con el IRPF de los no residentes durante 11 años. Por otra parte, serán menos los requisitos para acceder al régimen fiscal y disminuirá de 10 a 5 años la exigencia de no residencia previa en el país. Todo ello para facilitar la repatriación de talento.
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